Quizás una de las medidas más claras de la baja calidad democrática de nuestras instituciones es la tranquilidad con que nuestros políticos incumplen las normas jurídicas sin que pase absolutamente nada. A veces ni siquiera es noticia, tal es la frecuencia. En ocasiones son incumplimientos de enorme relevancia, que solo están al alcance de los muy personajes muy importantes. Es lo que ocurre en Cataluña, donde los protagonistas vulneran un día sí y otro también la Constitución española y unas cuantas Leyes a ser posible orgánicas además de sentencias del Tribunal Supremo y del Tribunal Constitucional. De algunos casos ya hemos hablado varias veces en este blog y seguro que tendremos la oportunidad de seguir haciéndolo. Otras veces, en cambio, los incumplimientos son más modestos y están a tiro de cualquier ciudadano de a pie, sobre todo si son infracciones de las normas de tráfico. Bueno, de cualquiera no, porque como sabemos los que vivimos en Madrid ciertamente se requiere un cierto arrojo para aparcar un coche particular durante un cuarto de hora en el carril bus de la Gran Vía madrileña e irse de compras. Eso solo está al alcance de espíritus aguerridos como el de Esperanza Aguirre. Pero en […]
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